Another sunny day

12 Jan

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Foto Samuel Bravo

Se me viene a la mente esa canción de Belle & Sebastian, mientras pedaleamos por una ciclovía rumbo a la Estación Mapocho a mirar la Bienal de Diseño.

El rescate de la estación es una de las pocas obras en las que nos hemos espabilado como Nación. La nave con su techo de fierro y cubierta de cobre estuvo abandonada entre 1987, cuando dejaron de funcionar los trenes, y 1991, cuando todavía pensábamos que iba a llegar la alegría (no olviden ver “No, la película”, que esta semana obtuvo una nominación histórica al Óscar). Y ahora es un centro cultural con exposiciones y ferias de todo tipo. En esta Bienal, varios objetos de culto, investigaciones, muebles y otras invenciones llenaban la sala. Comimos un helado y nos encontramos a Alejandro, con sus preguntas esenciales, su risa a flor de piel, el mundo del eneagrama y sus cuestionamientos. Nos sentamos en la escalera.

A: Me resulta difícil pensar en hacer algo que no tenga que ver con producir.
S: Siempre digo que generar valor es distinto a generar dinero, pero de alguna forma, generar valor a la larga es algo que renta.
C: Me gusta pensar que estoy creando valor mientras escriboweas.wordpress.com

Afuera los carros de sopaipillas y completos de siempre, el paradero de micros lleno. Nos cruzamos por Av. La Paz. Los restos de frutas y verduras hacen costra sobre los topes de la ciclovía. Nos sumergimos en los olores de la Vega Central, entre la euforia máxima de sus colores y los fantasmas de la putrefacción que penan a todo lo que no se venda fresco hoy.

Parque Forestal, Bustamante, los paseos que hacen Santiago. Son la excepción en los muchos kilómetros cuadrados de “tierra muerta” (cito a Alejandro), aplastada por los rascacielos y donde los gusanos ya no respiran.

En nuestra memoria, donde casi todo es transitorio, terremoteable o incendiable, a veces quedan estos encuentros con el pasado, lugares donde la ciudad vive, espacios que necesitamos volver a construir.

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