Pain in the uterus

13 Jun

ImagenHan cachado que es típico cuando está lloviendo, que justo cuando tienes que salir se larga con cuática. O puede que sea solo para mi, especialmente, en la buena onda. Un poco me pasa por dispersa supongo. Hoy mientras se caían perros y gatos con balde, un tipo me gritaba que no me podía estacionar ahí. Bueno, ya lo había hecho, así que en realidad si se podía.

El cuento es que, al final, una sabe que ese día no debió haber salido. Lo malo es que a veces, las obligaciones sociales, trabajo, etc. te obligan a cumplir con ciertas rutinas o lo que sea. Ahora estoy con un dolor uterino intenso y la visita al doc del otro día no sirvió de nada porque en realidad al parecer me equivoqué de especialidad. Es que uno no tiene idea qué le duele, cuando le duele. Y mi novio también copiaba en biología. Y en realidad con el WFR (Wilderness First Responder, ejem, ejem)  no me basta para saber qué miéchica me duele allá abajo.

Supongo que la explicación de Louise Hay será que son los miedos y tal. Bueno, puede ser, estoy aterrada en esta nueva era. Quiero mis antiguas seguridades que nunca me gustaron. Y eso que lo estoy pasando más bien qué nunca. Qué será que a una le cuesta disfrutar tanto el día a día.

Igual con la lluvia, la nueva gotera en mi casa y todos los demás desaguisados del día, la imagen de varias personas mirando frente a un ventanal caer las hojas del otoño, me alivia al instante.

Ahora, me dedico a revivir una gran tradición familiar, la pésima y a la vez entrañable costumbre de agasajar a los seres queridos con comida, voy a regalarle una torta a la Mina Cuática en su cumpleaños y no es cualquier torta, es la torta de mamá, la del cuaderno de recetas que mi abuelita escribió con puño y letra. Vamos a ver cómo nos va = si nos resulta el pastel o si sobrevivimos al estado doloroso de hiperventilación en que me encuentro ahora.

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