Así con el estrech

27 Jun

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Desfile de paraguas.

¿Te ha pasado que hay días que tienes 0 ganas de escribir? Es raro porque ahora pensé que no tenía ganas y si me pongo a escribir no me para nadie. Debe ser porque estoy floja con estos días ricos invernales para quedarse en cama haciendo cucharita. Además, tengo que revisar y escribir algunos temas que no me están motivando tanto en estos minutos.

¿En qué habíamos quedado? Ah, si. El dolor uterino intenso era ¡colon irritable! Al médico le faltó poco para cagarse de risa en mi presencia.

–          Pero doc, me siento morir, ¿cómo me va a mandar pa’ la casa con puro Viadil?

Y así fue. Tal vez sea porque me lo había pasado comiendo cosas ricas o porque, por otro lado, las pegas que tengo ahora pagan en diferido y empiezo a sentirme cesante, aunque realmente no lo estoy. Prefiero decir freelance, eso suena más bonito. Pero la realidad es que no es tan agradable tener que andar cobrando pegas que hiciste meses antes a personajes que se quieren hacer los suecos o que realmente tienen montada su minipyme de tan mala forma que viven en el bicicleteo constante.

Para olvidarme del “estrech” (así quedó el término para siempre después de que escuché a un colega decirlo inocentemente), me escapé al hermoso Puerto Varas. El centro de la ciudad es como tener un Alonso de Córdova gigante y en el sur. Mala suerte que el alcalde corrupto decidió poner un mall y lo hacen los mismos ctm que hicieron el de Castro.

Conocí a personajes memorables como la Vicki Johnson (sus chocolates me hacen llorar de emoción), Aldo, Kathy, Felipe y Yasna (los perioartistas invitados), Pablo Ortúzar (el dueño del capitán Haase). No puedo tener más que un GRACIAS por lo entrete de la escapada.

Ahhh y hoy fue el día D, tuve que hacer una mega presentación para ver si quedo en una pega zorrona. Aquí vamos otra vez. Así que gracias también al Samu que me ayudó a mejorar la PPT. Puxas que es malo Powerpoint, pero de verdá que me dio sustito ocupar Prezi.com (gracias Moni por la buena vibra). Porque si no andaba el cuento, me quedaba ahí con pánico escénico y chao no más presentación, pega, fama y todo. Ya me veo recibiendo el Oscar o el premio limón. No, no apliqué para el reality show. No aún… Esperemos a ver qué pasa cuando se acabe el seguro de cesantía. Oh my goshhhhh!

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