Anoche soñé gusanos salir de mi cuerpo, eran pequeñitos y blancos, con un punto oscuro en la cabeza. Brotaban de dos granos que me habían aparecido en la espalda, cerca de la cintura y picaban como nada. En el sueño estaba como en la realidad, acostada en mi cama, rascándome mientras sentía las cosquillas de las larvas escapar de su nido.
Al despertar hice lo que cualquier mujer madura de nuestros tiempos haría: googlié. Sé que los significados de los sueños no se pueden sacar de un diccionario, ya que tienen directa relación con cada vida, pero lo que decía Yahoo Answers dio en el clavo. Es algo que sabes que tienes que hacer pero te da flojera y lo estás aplazando porque es fin de año, porque viene Navidad, porque la jefa que es súper buena se va de vacaciones. Y como mis gusanitos eran chicos, supongo que la cosa recién comienza.
Sigue la poda en la pega y no sé por qué me sigue sorprendiendo. Pastos buenos o malezas, da igual. Pienso que seré la próxima en el jardineo y que debería tomar la iniciativa para salvar mi enorme ego, que claramente vale más que la escueta indemnización que me correspondería. Tengo este blog vinculado a mi Linkedin así que les he dado razones de sobra para estar en capilla. ¿Deshacerlo? Sería deshonesto y ahora lo que importa es ser auténtico, ser como eres, lo que eres, be happy.
A ver que nos traen los diablos estos últimos días. Me entrego, agotada como una teta vacía, a diciembre sin un rumbo claro. No puedo dejar de hacer