Monthly Archives: January 2015

El monstruo del desempleo

Chimuchina aprende a dibujar.

Chimuchina aprende a dibujar.

Pasamos la tarde con Keri en el Parque Araucano. Hicimos un picnic, con mantita y todo. Nos dedicamos a mirar a los que duermen siesta bajo los árboles, a los queltehues y al perro peludo que los jode.

La gringa acaba de renunciar a su precario empleo. Todas sus amigas están cesantes. Me incluyo, aunque algo de trabajo cae por aquí y por allá, pero no mucho. Le digo que tal vez es un nuevo estilo de vida nada más. Tienes sus partes buenas, como hacer las cosas que te gustan, tener tiempo de ir a ver exposiciones como la de Arte Musulmán en La Moneda.

Aunque como dice Alberto de Cuando Grande Seré Rubio, el monstruo del desempleo te pregunta todo el tiempo cómo crees que vas a pagar las cuentas cuando se acaben tus ahorros.

Al mirar un lado, hay una cierta presión social a trabajar, producir, generar dinero. Por otro, pienso alguien tiene que hacer esos trabajos. Y veo que cada vez más personas le hacen el quite a los horarios de oficina y a lo empleos mediocres que ofrecen desangrarte, exprimir tus ganas de vivir por dos o tres sueldos mínimos.

Sin hijos, me puedo dar el lujo de reducir mis gastos, vagar por la ciudad feliz. Mañana veremos si puedo seguir manteniendo este estilo de vida irresponsable y poco rutinario al que le empiezo a agarrar el gustillo. Por ahora, mejor no pensar en el futuro y disfrutar las tardes livianas de Santiago, que mandó a sus santiaguinos de vacaciones.

El año fue…

MEME2015

Iba a titular “lo que aprendí en este año de mierda” Y me doy cuenta que entre los pendientes todavía queda el dejar de quejarse.

El 2014 aprendí a:

  • Vivir con menos.
  • Ir más lento… Para alcanzar a darse cuenta de las cosas mágicas que pasan constantemente a nuestro alrededor.

Pasaron un montón de cosas que no esperaba, sorpresas agradables y otras que no me gustaron. Como dice Lo de Ji, así es la vida, con alegrías, penas, dolores, amor, etc.

Reviso mis propósitos de 2014 y me acuerdo de lo que escribí después de una conversación genial con Lily la bakán. Sólo cumplí uno de los pasos que fue organizar un viaje, aunque en realidad fueron dos y salieron de puta madre, a Chachapoyas y a Huaraz en Perú.

Por eso, el primer propósito de 2015 será bajar las expectativas porque hacerse una idea fantástica de lo que vendrá solo puede traer desilusión. Intentaré dejar de fantasear o por lo menos hacerlo sólo para historias inventadas.

Los primeros días de 2015 han ido más lento que avalancha de manjar, como dice Samuel. Así que para luchar contra el tedio me contradigo ahora mismo y vuelvo a pensar en todas mi ambiciones de conquistar el mundo, abrir mi editorial cartonera, escribir un libro, conseguir algunas chambas con sentido y bien pagadas para comprar los porotos, ganarme el Fondart y el Loto, aprender a dibujar y volver a subir cerros.

Esta última ambición me lleva a lo peor del 2014, una falla de fábrica en la cadera que se me acaba de manifestar y por la que he tenido que detenerme, muy en contra de mis deseos. Fuerzas del universo porfis ayúdenme a volver a caminar por los cerros sin la cirugía.

El año pasado escribí menos que nunca en este blog y como todos los años, vuelvo a pensar en cerrarlo. Por otro lado, cada vez que vuelvo a escribir se me pasa… ¡Feliz 2015 para todos!