Dicen que un día brillante no hace el verano. Pero cuando estamos en pleno invierno, estos veranitos se disfrutan igual o mejor. Hoy fue un shinny day y en general por acá está muy buena la vida. Aunque tengo tanto sueño que desde hace una hora me quiero dormir. Son recién las 20.30 y escribo medio adormilada con Gatísimo acomodado entre mis piernas, después de su ritual de masajear con patas y uñas para ablandar la zona y dejarme algunos agujeros en la ingle. El minino es tan hijoputa y blandito.
La pega nueva está buena y mañana me llevan a Valle Nevado, donde espero por primera vez calzarme unos esquís.
Crecieron dos marías espontáneamente en el jardín, aunque una pasó a pérdida. Pensamos que las semillas estuvieron ahí desde el verano sin germinar… Algún buen samaritano las tiró a la tierra porque nosotros no sabíamos de su existencia. Samu se inspiró con el verdor y armó el huerto. Le ayudé un poco, planté y desmalecé. Ahora tenemos acelgas, tomates, orégano, ajo, ají, menta, zapallo y un montón de otras verdurencias esperando crecer. Lo más bakán es que es un huerto 2.0, porque pensando que tendremos más verduras de las que necesitamos, el Samu creó una red social para intercambiar cultivos. El que se quiera hacer socio regístrese en www.prana.cl.
Me duermo con las gallinas porque en realidad soy “entera polla”. Les mando un solcito desde este mi espacio brillante iluminado con los rayos de la más bella y fecunda ira interna. AMON.
Nota mental: ¿No postié nada sobre el amoniteismo? Pronto más sobre cómo encontrar tu amonite interior. http://www.facebook.com/photo.php?fbid=10150849602514285&set=a.113437624284.100679.539419284&type=1&theater